La innovación en productos es un entorno de alta incertidumbre. Como bien lo hemos mencionado en post anteriores, para llevar al éxito un proyecto de innovación y/o prototipado es importante manejar aspectos que van a darle al proyecto más (+) o menos (-) incertidumbre. En el post Recomendaciones para proyectos de prototipado.: Manejar la novedad. ya vimos que la novedad es un aspecto importante a considerar. Si esta es muy alta, la incertidumbre que manejará el equipo de desarrollo será muy alta y por sobre todo esta incertidumbre también la experimentan los usuarios y finalmente el mercado no lo adoptará como esperamos.
Pero además de la novedad, la madurez de las tecnologías a utilizar en nuestro proyecto también impacta en el resultado y es bueno equilibrar novedad y tecnología para que nuestro nuevo producto innovador sea adoptado con facilidad por el mercado, y desarrollado con la mayor facilidad por nuestro equipo sin que pierda potencial o valor innovador. Recordemos que si el nuevo producto no llega al mercado no se considera innovación.
TECNOLOGÍA
Nos referimos en este aspecto a las tecnologías necesarias para el desarrollo proyecto. Hay proyectos en los que todas las tecnologías requeridas ya están disponibles
y han sido empleadas con éxito, por lo que resultan conocidas, mientras que en otros proyectos el éxito está ligado al desarrollo satisfactorio de ciertas tecnologías que por el momento están en un nivel insuficiente de madurez o que inclusive no han sido desarrolladas y están en un nivel “conceptual de desarrollo”.
Lo que queremos decir es que mientras menos desarrollada esté la tecnología, mayor será el grado de incertidumbre en el desarrollo del nuevo producto o prototipo y mientras más desarrollada esté, menor será el grado de incertidumbre.
Proyectos de baja tecnología son aquellos en los que esta es madura y bien conocida; hay por tanto muy baja incertidumbre con respecto a sus prestaciones y a las posibilidades que ofrecen. Por ejemplo los proyectos de obras civiles las tecnologías y materiales no solo son conocidas por el contratista, si no que además están certificados y mantienen especificaciones técnicas sumamente acabadas. Incluso la manufactura y ensamblaje de productos bajo archivos detallados de fabricación como las placas electrónicas. manufacturar estas placas de esta manera significa que el diseñador de ellas ya las validó, manufacturó la primera unidad y se comportó tal como esperaba.
Ejemplos de proyectos de alta tecnología son los de compañías altamente sofisticadas, como el desarrollo de vacunas para enfermedades nuevas ( el caso del COVID 19 y su vacuna) electromedicina, proyectos aeroespaciales y nucleares.
Los de media tecnología también utilizan tecnologías maduras y bien conocidas, pero que para utilizarlas en el proyecto requieren de mejoras o el desarrollo de una nueva capacidad. Ejemplos de este tipo son el desarrollo de nuevas versiones- o derivados- de productos ya desarrollados como electrodomésticos, o un nuevo modelo automotriz, salvo que intente insertar tecnología en desarrollo como Tesla.
Por otra parte los de Alta tecnología son proyectos que requieren de un número significativo de tecnología recientemente desarrollada y de las cuales no se tiene completa certeza de sus prestaciones y comportamiento por lo que la incertidumbre es bastante alta. Ejemplos de proyectos de alta tecnología son los de compañías altamente sofisticadas, como el desarrollo de vacunas para enfermedades nuevas ( el caso del COVID 19 y su vacuna) electromedicina, proyectos aeroespaciales y nucleares.
Finalmente los proyectos de muy alta tecnología son proyectos que requieren de tecnología que aún no ha sido desarrollada, o que están en un nivel de madurez muy por debajo de lo esperado para ser utilizadas por el proyecto. La incertidumbre aquí es extremadamente alta, y hay muy pocos proyectos como ejemplo, pues muy pocos se atreven a ejecutar proyectos con tal grado de incertidumbre. El Proyecto Manhattan, ( la bomba atómica) o el proyecto de transbordadores espaciales, son ejemplos de proyectos de muy alta tecnología, pues hubo tecnología que desarrollar expresamente para esos proyectos (por ejemplo, el enriquecimiento de uranio para la fabricación de la bomba, o su sistema de detonación por implosión).
Manejar la selección de tecnologías a utilizar para llevar al éxito nuestro proyecto de innovación impacta de manera muy positiva a nuestro proyecto. Las implicancias van desde la reducción de tiempos de desarrollo, el esfuerzo técnico y tecnológico que debe realizar nuestro equipo de desarrollo, la solvencia técnico-profesional del mismo ( y la misma que se requiere para desarrollar un proyecto de alta tecnología) el esfuerzo para realizar pruebas, productos mínimo viables, prototipado, la gestión del proyecto con entes externos, e inclusive la habilidad que el gerente del proyecto para llevarlo al éxito.
La NASA también nos propone un sistema de clasificación del estado de madurez de la tecnología a utilizar para llevar a cabo el proyecto llamado Technology Readiness Levels, “TRLs” que quizá veamos más adelante, pero lo importante es lograr un equilibrio entre innovación y certidumbre, lo que hará que nuestro proyecto tenga éxito en su lanzamiento.
