Manejar la incertidumbre en el desarrollo de un prototipo

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Cuando queremos innovar nos cae una lluvia de incertidumbre, pero la gran pregunta es: ¿Cómo hacerle frente a la incertidumbre?, si bajamos la pregunta: ¿cómo hago que mi proyecto tenga menos incertidumbre?, ¿Cómo puedo tomar mejores decisiones por el bien del proyecto?.

La incertidumbre es algo que siempre va a estar presente en nuestras vidas, es una sensación de inseguridad, de temor, de titubeo, que muchas veces hace que no podamos tomar ciertas decisiones, que las tomemos fuera de tiempo e incluso  erróneas, equivocadas o deficientes. Esto en el desarrollo de productos o prototipos no solo resulta en un atraso en el proyecto, si no que tiene consecuencias graves cuando el producto ha sido diseñado con malas decisiones  y peor aún: lanzado al mercado. 

 pero ¿cómo hacer que el proceso de diseño sea más claro y confiable.?

En los proyectos de investigación y desarrollo es muy difícil, por su naturaleza, definir con exactitud el alcance del proyecto y establecer los requisitos. Cualquier actividad de investigación supone desarrollar algo nuevo, por lo que no siempre puede anticiparse qué prestaciones será posible alcanzar, qué madurez alcanzarán las tecnologías requeridas, qué tiempo y coste implicarán, etc. En este tipo de proyectos más que en ningún otro se convive con la incertidumbre. Por ello es esencial que el jefe de proyecto tenga elevadas competencias técnicas en el ámbito de ejecución del proyecto y que sepa gestionar bien la incertidumbre.

En los proyectos de investigación y desarrollo es muy difícil, por su naturaleza, definir con exactitud el alcance del proyecto y establecer los requisitos. Cualquier actividad de investigación supone desarrollar algo nuevo, por lo que no siempre puede anticiparse qué prestaciones será posible alcanzar, qué madurez alcanzarán las tecnologías requeridas, qué tiempo y coste implicarán

alberto solz rodriguez 2013

Se denomina incertidumbre a la situación de desconocimiento que se tiene acerca de lo que sucederá en el futuro. Esta puede ser derivada de la ausencia de información, o bien por desacuerdo acerca de la información con que se cuenta, implicando la incertidumbre un cierto grado de desconocimiento.

Si lo pensamos bien, cuando queremos innovar nos cae una lluvia de incertidumbre, pero la gran pregunta es: ¿Cómo hacerle frente a la incertidumbre?, si bajamos la pregunta: ¿cómo hago que mi proyecto tenga menos incertidumbre?, ¿Cómo puedo tomar mejores decisiones por el bien del proyecto?.

Existe una herramienta para medir la incertidumbre llamada “matriz NTCP”. Esta herramienta ayuda a identificar en 4 dimensiones el nivel de incertidumbre que tiene o tendría en el futuro la ejecución del proyecto. Estas dimensiones son Novedad (N), Tecnología (T), complejidad © y plazo (P). 

  1. Novedad. Hay proyectos en los que, por su grado de innovación, no hay seguridad de cómo responderá el mercado; hay otros proyectos de desarrollo de equipos o servicios en los que, por su naturaleza, no pueden precisarse con detalle los objetivos desde el principio. Esta dimensión refleja por tanto el grado de ‘novedad’ que el proyecto presenta tanto para quienes lo ejecutan como para los posibles clientes.
  2. Tecnología. Esta dimensión representa el grado de incertidumbre asociado con las tecnologías necesarias para la ejecución del proyecto. Puede que algunas de las tecnologías requeridas no hayan alcanzado aún el nivel de madurez necesario, o que no hayan sido empleadas aún por el contratista, o que no hayan sido utilizadas en un determinado entorno o aplicación. 
  3. Complejidad. Esta tercera dimensión no se refiere a la complejidad del producto, equipo o servicio a ser desarrollado en el proyecto, sino a la organización necesaria para llevarlo a cabo. Hay desde proyectos de un único cliente y un único contratista, a proyectos que una empresa asume por iniciativa propia, a proyectos con múltiples clientes y múltiples contratistas, incluso con múltiples entornos (idiomas, legislaciones, culturas, etc.).
  4. Plazo. Esta cuarta y última dimensión representa la necesidad de terminar el proyecto en unos plazos determinados. En algunos casos no existe una urgencia especial, tan sólo el plazo marcado por el contratista o ejecutor del proyecto; en otros puede ser necesario terminarlo lo antes posible por existir competencia en el mercado al que se quiere acceder; y en otros las circunstancias pueden obligar a actuar con toda urgencia, sin pasar necesariamente con todo rigor por ciertas fases de la ejecución del proyecto, 
Matriz NTCP o Modelo de Diamante de Shenhar y Dvir (2007)
Figura 1, Matriz NTCP o Modelo de Diamante de Shenhar y Dvir (2007)

En la figura(1) podemos ver  la clasificación por cada una de las dimensiones. Este gráfico nos ayuda a evaluar el grado de incertidumbre del proyecto a desarrollar, y tomar decisiones si el grado es demasiado alto. Por ejemplo si nuestro proyecto es con un alto grado de novedad, pensamos diseñarlo con tecnología que no conocemos o que nunca hemos utilizado, pensamos en múltiples procesos productivos y peor aún; pensamos en ejecutarlo en un tiempo récord, preparémonos para el fracaso. En cambio si mantenemos un grado de novedad alto, pero lo diseñamos y desarrollamos con tecnología que ya manejamos, reducimos la cantidad de procesos e incluso nos fijamos un plazo prudente vamos a poder asegurar en mayor grado el éxito del proyecto, del producto y de su inserción en el mercado. 

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Fuente: Gestión Integral de proyectos, Alberto Solz Rodriguez (2013)


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